Corría el verano de 1963 y mis padres, Andrés y Pilar, emprendieron una nueva aventura en su vida y decidieron dedicarse al negocio de la hostelería. Así nació el “Bar los 7…”, en referencia a los siete hijos que en ese momento tenía el matrimonio y en previsión de que llegara alguno más. E hicieron bien en añadir los puntos suspensivos, porque no tardó en llegar la última descendiente de la familia.
Al principio, medio local era carnicería y la otra mitad se reservaba a bar. Mi madre, como buena carnicera y cocinera que era, guisaba el famoso picadillo y los callos, recetas cuya tradición ha continuado conmigo, Susana Bartolomé.
Tras una reforma del local y con todo el espacio ya dedicado a bar, reabrí el negocio con mi marido, Luis Yuste, el 23 de febrero de 1983. Y aquí seguimos, con la mejor disposición, para atender a nuestra clientela fiel y a todo aquel que quiera probar nuestras especialidades por primera vez.
En la ahora “Cafetería los 7…” puede empezar el día con un buen café, pero sin duda es la hora del aperitivo y de la comida o la cena cuando nuestro local se llena, incluida la amplia terraza que durante el buen tiempo montamos en el exterior.
Nuestras tapas tradicionales son los renombrados callos y el picadillo, a los que hay que sumar las patatas revolconas –con fama ganada a pulso, según la opinión de nuestros clientes– y los torreznos. Excelente jamón y queso no faltan en nuestra amplia oferta, que incluye una carta de platos combinados. Otras estrellas de la casa son nuestras famosas hamburguesas y los no menos logrados sandwiches.
Esperamos su visita.