En 1892 se inicia la construcción de la Ermita de San Antonio. Más de 4 años después, en la primera mitad del año 1896, se da por finalizada. Se encuentra situada en un pequeño altozano a la entrada de Navalperal. Está dedicada a San Antonio de Padua.
Está construida en piedra y ampliada en sus laterales. Su fachada, de aspecto sobrio, posee sobre su puerta de entrada un arco de medio punto. Sobre este se puede observar un rosetón o ventana en forma circular, adornada a ambos lados con dos esferas de piedra y rematando en un campanillo, repitiéndose de nuevo la decoración con tres esferas en piedra de granito, y completando con su cruz de hierro. En las paredes laterales se hallan cuatro hermosos ventanales cuadrados.
Una vez en el interior podemos observar el altar, el cual está revestido en piedra de granito y rematado con unas molduras de madera. Se encuentra presidido por una imagen de San Antonio con el Niño, colocado sobre una losa de piedra (cincelada y colocada por D. Andrés Méndez) con dos cadenas, dispuestas estas a modo de decoración. A ambos lados se pueden observar las imágenes de la Virgen de Fátima y San José con el Niño.
El Sagrario está incrustado en el revestimiento de piedra, con su puerta dorada y policromada en forma semicircular. Frente a este se encuentra la mesa del altar, la cual es de piedra y de una sola pieza.
Por la parte inferior derecha se accede a la tribuna y por la parte inferior izquierda a la sacristía. La Ermita, para su iluminación, dispone de tres lámparas de cristal de estilo moderno.
Para ser transportada la imagen del santo a la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en el día de su festividad (13 de Junio) se le realizaron unas andas en orfebrería. Son de estilo barroco, cincelado a mano, en alpaca y el repujado de la orfebrería es de estilo vegetal.
Cuenta con cuatro jarrones del mismo material que las andas, cincelados a mano. Pueden ser transportadas a hombros o con ruedas.
La Ermita es sede así mismo de la Cofradía de San Antonio
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